Liturgia

Comentario al evangelio del domingo 10.09.2017 o 23º TO

Queridos amigos

La corrección fraterna, el perdón y la oración en común, son tres elementos que el evangelio de hoy (Mt 18, 15-20) presenta como fundamentales para vivir en la iglesia-comunidad cristiana. Es parte de la enseñanza de Mateo, que se ha propuesto hacer de su evangelio una catequesis para quienes, ya convertidos, entraban a formar parte de la Iglesia de Jesucristo. Lo enseña Mateo, pero era sin duda la praxis de la primitiva iglesia, inspirada en la caridad y la unidad, que el Señor tanto les había recomendado y hasta mandado (Jn 13,34; 17,21). Era por la caridad que los cristianos se distinguían de los demás y era por la caridad que hacían abundantes conversiones (He 2, 47). Veamos cómo lograban tener un solo corazón y una sola alma (He 4,32).

Ante todo la corrección fraterna. Cuando tenían que amonestar, lo hacían cordialmente. Con una mezcla de firmeza (pues había que corregir) y de bondad (pues  se trataba de un hermano). La corrección fraterna suponía: 1. que se estaba seguro de la falta; 2. que antes de corregir se había orado a Dios; 3. que se había buscado el lugar, el momento y las palabras oportunos; 4. que se corregía a solas… Les invito a releer y poner en práctica lo que sobre el particular continúa diciendo Mateo (18, 15-17)

El perdón sincero, cuando había propósito de enmienda, era otra de las prácticas de aquellas fervorosas comunidades cristianas. Por acción u omisión, alguien podía haber delinquido y hasta haber sido expulsado de la comunidad al ser declarado “pagano”, pero el perdón con el abrazo le estaba esperando si como el Hijo Pródigo se arrepentía. Pablo había escrito a las iglesias: “sean buenos y comprensivos, perdonándose unos a otros como Dios les perdonó en Cristo” (Ef 4,32). Sin duda esta praxis del perdón fue lo que más caló y mejor diferenció a los cristianos de los paganos.

La oración en común era el medio de los medios para conservar la unidad en la caridad. Jesús había dicho: cuando dos o más se juntan para orar yo estoy en medio de ellos, y lo que pidan mi Padre se lo concederá (Mt 18, 19-20). Dos cosas, pues, y muy importantes suceden a quienes se juntan para orar: Jesucristo está en medio de ellos y el Padre Dios les concede lo que le piden. Si esto no sucede – la familia no crece en Cristo y no obtiene lo que pide- , es simplemente porque no oramos juntos. En casa, cada uno reza por su parte; el papá, la mamá, cada hijo…, todos rezan por su cuenta, cuando la garantía de la escucha por el Señor y la eficacia de nuestras oraciones, está en que nos juntemos para orar. Recordemos el viejo y sabio dicho: ¡Familia que reza unida, permanece unida y bendecida!

LECTURAS

DOMINGO XXIII

 DEL TIEMPO ORDINARIO

 PRIMERA LECTURA

 Si no hablas al malvado, te pediré cuenta de su sangre

 Lectura de la profecía de Ezequiel  33, 7- 9

 

        Así dice el Señor:

A ti hijo de Adán, yo te he puesto como centinela

del pueblo de Israel;

cuando escuches palabras de mi boca,

les advertirás de mi parte.

Si yo digo al malvado:

“¡Malvado, eres reo de muerte!”,

y tú no le adviertes

para que cambie de conducta,

el malvado morirá por su culpa,

pero a ti te pediré cuenta de su sangre;

pero si tú adviertes al malvado

para que cambie de conducta,

sino cambia de conducta,

él morirá por su culpa,

pero tú habrás salvado la vida.

 

Palabra de Dios.

Salmo responsorial  Sal  94, 1-2. 6 -7.  8- 9   (R.: 8)

 Escuchemos la voz del Señor.

         Vengan, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos. R.

 

        Entren, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía. R.

 

        Ojala escuchen hoy su voz:

No endurezcan el corazón como en meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando sus padres me pusieron a prueba

y me tentaron, aunque habían visto mis obras. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Amar es cumplir la ley entera

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos  13,  8 -10

         Hermanos:

A nadie le deban nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.

Palabra de Dios.

Aleluya  2Co  5, 19

Dios en Cristo,

estaba reconciliando al mundo consigo,

y a nosotros nos ha confiado

la palabra de la reconciliación.

EVANGELIO

Si te hace caso, has salvado a tu hermano

Lectura del santo evangelio según san Mateo 18,  15- 20

        En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

Si tu hermano peca, llámale la atención a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o como un publicano.

Les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.

Les aseguro, además, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo.

Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Palabra del Señor.

Oración de los fieles

Confiando en la promesa e Cristo: *si dos se ponen de acuerdo para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo*, oremos confiadamente.

– Para que la Iglesia cumpla sin temor la misión recibida de Cristo, de denunciar el mal, que obstaculiza el desarrollo del reino de Dios en el mundo, roguemos al Señor.

– Para que cuantos ejercen cargos de responsabilidad a todos los niveles en la iglesia, en la sociedad civil, en la familia, sepan aceptar la crítica constructiva, reconociendo los propios defectos, roguemos al Señor.

– Para que los que critican los defectos de nuestra sociedad sean objetivos en sus apreciaciones, respetuosos y comprensivos con las personas, roguemos al Señor.

Señor, dios nuestro, tú corriges poco a poco a los que caen, y a los que pecan les recuerdas su pecado, para que se conviertan y crean en ti; enséñanos a amarnos; escucha nuestras súplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

Comentario al evangelio del domingo 03.09.2017 o 22º TO

Queridos amigos

El evangelio de hoy (Mt 16,21-27) es continuación del evangelio del domingo pasado (Mt 16,13-20), y no se lo entiende bien si no se lo tiene en cuenta. Ambos forman un todo, cuya bisagra es el llamado “secreto mesiánico”, con el que se cerró el evangelio del domingo anterior: no comenten con nadie que soy el Mesías, les ordenó Jesús. Y a partir de este momento, empezó a hablarles abiertamente de lo que Le esperaba (les esperaba) en Jerusalem: Su pasión, muerte y resurrección. Un Mesías humillado, ultrajado, condenado a muerte y crucificado, era lo último que se les podía ocurrir a los judíos  -y era lo último que el Diablo estaba dispuesto a esperar del Mesías.¿Por qué Jesús se animó y decidió hablar en este momento de lo que le iba a pasar y de cómo iba a morir?

Jesús se decidió a hablar de su pasión y muerte, porque una vez fundada Su iglesia (Mt 16, 18) sintió más seguro el futuro de su Misión. Cuando Él muriera, su Misión la continuarían los apóstoles constituidos en iglesia. Su elección, de entre los muchos discípulos y seguidores, y su ulterior preparación, le había costado muchas noches de oración y muchos días de discernimiento y trabajo (Mc 3, 13-15), pero ahí estaban ellos, toda una promesa. Hasta su Padre Dios le había dado una ayudita mostrándole quién era Su elegido como soporte y autoridad de la Iglesia. Jesús podía morir y partir tranquilo, pues el futuro de su Misión estaba asegurado.

A los apóstoles, que estaban felices por haber sido constituidos en iglesia del Señor, el anuncio inesperado les cayó peor que un jarro de agua fría. El primero en reaccionar fue Pedro: ¡no lo permita Dios!, le dijo, pensando en las conveniencias humanas más que en las divinas. Se lo dijo Pedro, pero se lo decimos también y a cada rato nosotros. ¡Paradójica la condición humana! En cuestión de minutos somos capaces de pasar de ser oráculo de Dios a oráculo del Diablo. Es lo que pasó con Pedro. Y eso que el anuncio de Jesús sobre su pasión y muerte no había terminado.

Le faltaba decir que lo mismo esperaba a la iglesia recién fundada y a cada uno de sus seguidores. Es quizás el pronunciamiento más patético de Jesús.

  1. Quien quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y me siga.
  2. Quien egoístamente se interese sólo por su vida, va a perderla; pero quien con generosidad se olvide de sí mismo por los demás, va a salvarla.
  3. ¡De le qué sirve a uno ganar el mundo entero si al final pierde su vida?
  4. Jesús. el Señor, volverá y pagará a cada uno según su comportamiento.

LECTURAS

DOMINGO XXII

DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA

La palabra del Señor se volvió oprobio para mí

Lectura del libro de Jeremías 20, 7 -9

Me sedujiste, Señor, y me deje seducir;
me forzaste y me venciste.
Yo era el hazmerreír todo el día,
todos se burlaban de mí.
Siempre que hablo tengo que gritar: Violencia,
proclamando: Destrucción.
La palabra del Señor se ha convertido para mí
en constante motivo de insulto y burla.
Yo me dije: No me acordaré de él,
no hablaré más en su nombre;
pero ella era en mis entrañas fuego ardiente,
encerrado en mis huesos;
intentaba contenerlo,
y no podía.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 62, 2. 3-4. 5 -6. 8-9 (R.: 2b)

R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti
como tierra reseca, sedienta, sin agua. R.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.

Porque fuiste mi auxilio,
y a las sombras de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R.

SEGUNDA LECTURA

Presenten sus cuerpos como hostia viva

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12,1-2

Los exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; sea éste su culto espiritual.
Y no se adapten a los criterios de este mundo, sino trasfórmense por la renovación de la mente para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable, lo perfecto.

Palabra de Dios.

Aleluya Cf. Ef 1, 17 -18

El Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine los ojos de nuestro corazón,
para que comprendamos cual es la esperanza
a la que nos llama.

EVANGELIO

El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo

• Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 21 -27

En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por causa de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó a parte y se puso a reprenderlo:
– ¡No lo permita Dios, Señor! Eso no te puede pasar.
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
– Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar, tú piensas como los hombres, no como Dios.
Entonces dijo Jesús a sus discípulos:
– El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Si uno quiere salvara su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí; la encontrará.
¿De que le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina

su vida?
¿O qué podrá dar para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

Palabra del Señor.

Oración de los fieles

Oremos al Señor, nuestro Dios.

– Por la Iglesia: para que acepte el sufrimiento que le viene por su fidelidad al Evangelio, roguemos al Señor.

– Por los que entregan su vida por amor a los demás: para que se sientan reconfortados por las palabras de Cristo: *El que pierda su vida por amor, la en encontrará*, roguemos al Señor.

– Por los misioneros y catequistas que anuncian el Evangelio en situaciones particularmente conflictivas: para que el Espíritu de Cristo los anime y sostenga, roguemos al Señor.

– Por nosotros: para que aprendamos a negarnos a nosotros mismos, a cargar con la cruz de cada día y seguir con amor a Jesucristo, roguemos al Señor.

Escúchanos, Señor, y enséñanos a discernir tu voluntad: lo bueno, lo que te agrada, lo perfecto. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Comentario al evangelio del domingo 27.08.2017 o 21º TO

Queridos amigos

El evangelio de hoy (Mt 16,13-20) contiene los siguientes importantes puntos: la pregunta del millón de Jesús, la respuesta de Simón (inspirada por el Padre Dios), el cambio de nombre de Simón por Pedro (=piedra o roca), la fundación de la Iglesia, “el poder de las llaves” (autoridad suprema), que Jesús confiere a Pedro, el llamado “secreto mesiánico”… Vistos por separado todos estos importantes puntos podrían hacernos perder la visión del conjunto, a saber, la fundación de la iglesia por Jesús, que es a donde apuntan Jesús y el evangelista Mateo.

La fundación de la Iglesia por Jesús presenta circunstancias tan especiales que la hacen única. Para sus planes a futuro, esta Iglesia es vital, pues deberá representarle y continuar Su misión en este mundo, cuando se haya ido. Deberá ser como su prolongación en el tiempo, y donde permanecerá hasta el final de la historia (Mt 28,20). Es por ello que Jesús anda buscando la persona idónea, la que su Padre Dios quiere que la represente y dirija. Siempre ciertamente bajo la acción del Espíritu Santo, quien ha asegurado a Jesús que se hará cargo de todo y animará y apoyará la Iglesia y a quien la dirija. Este resultó ser Simón, el Barjona, en mérito a su respuesta a una pregunta de Jesús (Mt 16, 15-17). Respuesta en la que vio la señal que esperaba del Padre Dios.

El siguiente paso de Jesús fue cambiarle el nombre. Para darle (y darnos) a entender que había sido escogido para una gran misión y que ésta no era por su nombre, por sus méritos, sino por voluntad y pura gracia de Dios. En el Antiguo Testamento, cuando Dios escogió a Abram para una misión especial, le cambió el nombre por Abrahan (Gn 17,5); pasó lo mismo con el patriarca Jacob, a quien llamó Israel (Gn 32,28). Ahora Jesús, como antes Yahve, cambiaba el nombre de Simón por el de Kefas, que en arameo significa roca piedra (de aquí Pedro), pues habría de ser como la piedra o roca, en la que descanse la Iglesia. Simón hecho Pedro se convierte en Vicario de Cristo y en patrimonio universal.

Por lo dicho, la Iglesia es una institución única en su género, pues contiene elementos humanos y divinos. Es mucho más que una sociedad o un estado (el del Vaticano), por eso se equivocan quienes la ven y la juzgan con criterios sólo humanos o sociales. Es mucho menos que una comunidad puramente espiritual y se equivocan quienes la juzgan sólo con criterios angelicales. Ciertamente Jesucristo está en ella, y la anima y dirige el Espíritu Santo, pero la integramos seres humanos, santos y pecadores.

LECTURAS

DOMINGO XXI

DEL TIEMPO ORDINARIO

 PRIMERA LECTURA

 

Colgaré de su hombro la llave del palacio de David

Lectura del libro de Isaías  22,  19 – 23

         Así dice el Señor a Sebná, mayordomo de palacio:

Te echaré de tu puesto,

te destituiré de tu cargo.

Aquel día, llamaré a mi siervo,

a Eliaquím, hijo de Jilquías:

le vestiré tu túnica,

le ceñiré tu banda,

le daré tus poderes;

será padre para los habitantes de Jerusalén,

para el pueblo de Judá.

Colgaré de su hombro la llave del palacio de David:

lo que él abra nadie lo cerrará,

lo que él cierre nadie lo abrirá.

Lo fijaré como un clavo en sitio firme,

dará un trono glorioso a la casa paterna.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial  Sal 137,  1-2a.  2bc -3.  6 y 8bc  (R.: 8bc)

 

  1. Tu misericordia es eterna, Señor.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;

delante de los ángeles tocaré para ti,

me postraré hacía tu santuario,

daré gracias a tu nombre. R.

        Por tu misericordia y tu lealtad,

porque tu promesa supera a tu fama;

cuando te invoqué, me escuchaste,

aumentaste el valor en mi alma. R.

        El Señor es sublime, se fija en el humilde,

y de lejos conoce al soberbio.

Señor, tu misericordia es eterna,

no abandones la obra de tus manos. R.


SEGUNDA LECTURA

Él es el origen, guía y meta del universo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos  11,  33 -36

¡Que abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué impenetrables sus decisiones y que incomprensibles sus caminos!

¿Quién conoció la mente del  Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado algo antes, para que él se lo devuelva?

Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por siempre. Amén.

Palabra de Dios.

Aleluya  Mt  16, 18

Tú eres Pedro,

y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,

y el poder del infierno no la derrotará.

EVANGELIO

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos

 

  • Lectura el santo evangelio según san Mateo 16, 13- 20

         En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

– ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?

Ellos contestaron:

– Unos dicen que Juan Bautista, otros, Elías, y otros, Jeremías o uno de los profetas.

Él les preguntó:

– Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?.

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

– Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

Jesús le respondió:

– ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en la tierra,  quedará  atado  en  el  cielo, y lo que  desates  en  la  tierra, quedará desatado en el cielo.

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra del Señor.

Oración de los fieles

Oremos a Dios Padre, origen guía y meta del universo.

– Por el Papa, que ha recibido de Cristo la misión de guardar la unidad de la Iglesia y confirmar en la fe a sus hermanos, roguemos al Señor.

– Por los que legislan, gobiernan y juzgan en la sociedad, investidos de poderes, para mejor servir a sus pueblos, roguemos al Señor.

– Por los que admiran a Jesús de Nazaret, como hombre excepcional, y no han recibido el don de la fe en Cristo, el Hijo de Dios vivo, roguemos al Señor.

– Por nosotros, edificados como piedras vivas sobre el fundamento de la fe de los apóstoles, roguemos al Señor.

Señor, Dios nuestro, por tu misericordia escúchanos; no abandones la obra de tus manos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Comentario del evangelio del domingo 20.08.2017 o 20º TO

Queridos amigos

El diálogo de Jesús con la cananea  (Mt 15, 21-28) es tan interesante que nos lleva a perder de vista el conjunto. En especial, su viaje al extranjero, al distrito de Tiro y Sidón, ciudades puertos del Mediterráneo y centros comerciales cosmopolitas, cuya cultura y religión eran totalmente paganas (lo opuesto al judaísmo). Los evangelios no nos dicen por qué Jesús fue allí ni cuánto tiempo estuvo por allí. Pero podemos tener la plena seguridad de que no fue como turista ni a hacer negocios. El motivo debió estar más bien en sintonía con lo que, antes de subir al cielo, dijo a sus apóstoles: vayan por todo el mundo… (Mt 28, 19).

En la Fiesta de los Reyes Magos (6 de enero), vimos cómo el Padre Dios llama a todos los pueblos, representados por ellos, a acercarse y adorar a su Hijo Jesús. Ahora, dando cumplimiento a la misión que el Padre le confiara, Jesús, precedido sin duda por su fama, va con sus discípulos a algunos de esos pueblos. Un día los apóstoles tendrán que ir a anunciarles el Reino y a ofrecerles la salvación, como Jesús lo hizo en esta ocasión con la mujer cananea y su hija, aunque fueran paganos. “Perros” los llama Mateo siguiendo la costumbre de los judíos, pues solo los  hijos (ellos) eran  los invitados naturales al Reino.

La fe de la cananea sorprendió gratamente a Jesús, tanto que sanó a su hija. Sin duda le sorprendió también su amor de madre, que no cejó hasta lograr su propósito, así como la agilidad mental y la humildad con las que le respondió. Hay algo más e interesante en el encuentro de la cananea con Jesús. Y es su cambio al contacto con Él. Para ella, Jesús a quien llama “el hijo de David”, era como un mago o taumaturgo con poderes de sanación. Sólo después de hablar con Jesús empieza a verlo con otros ojos (le da la razón) y a esperar por otros motivos (es el Señor, su amo). Cuantos queramos interiorizar y obtener las bendiciones del Señor tendremos que dejar de verlo con los ojos de la carne para verlo con los ojos de la fe.

Comparemos con las nuestras, algunas de las cualidades de la súplica-oración de la cananea: 1. Nace de una necesidad sentida, que urge solucionar (la enfermedad de su hija); 2. Es humilde, siempre en súplica al Señor, aunque aparentemente no le haga caso; humilde, pero con dignidad; 3. Es perseverante, pues pide una y otra vez, sin cansarse y con insistencia; 4. Es valiente, sin respetos humanos ni temor al qué dirán, pues le sigue a Jesús clamando; finalmente, 5. Tiene fe y confianza en Jesús, que al final le otorga lo que desea. ¿Es así como oramos nosotros? Cuánto mejor nos iría…

LECTURAS

DOMINGO XX

DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA

 

A los extranjeros los traeré a mi monte santo

Lectura del libro de Isaías  56,  1. 6- 7

        Así dice el Señor:

Observen el derecho, practiquen la justicia,

que mí salvación está para llegar,

y se va a revelar mi victoria.

A los extranjeros que se han unido al Señor,

para servirlo,

para amar el nombre del Señor

y ser sus servidores,

que guardan el sábado sin profanarlo

y perseveran en mi alianza,

los traeré a mi monte santo,

los alegraré en mi casa de oración,

aceptaré sobre mi altar

sus holocaustos y sacrificios;

porque mi casa es casa de oración,

y así la llamarán todos los pueblos.

 

Palabra de Dios.

Salmo responsorial  Sal  66, 2-3.  5.  6 y 8  (R.: 4)

 

  1. Oh Dios que te alaben los pueblos,

        que todos los pueblos te alaben.

         El Señor tenga piedad y nos bendiga,

ilumine su rostro sobre nosotros;

conozca la tierra tus caminos,

todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones,

porque riges el mundo con justicia,

riges los pueblos con rectitud

y gobiernas las naciones de la tierra. R.  

        Oh, Dios, que te alaben los pueblos,

que todos los pueblos te alaben.

Que Dios nos bendiga; que le teman

hasta los confines del orbe. R.

 

SEGUNDA LECTURA

 

Los dones y la llamada de Dios son irrevocables para Israel

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos

11,  13- 15. 29- 32

Hermanos:

Me dirijo ahora, a ustedes que son de origen pagano.

Precisamente porque soy apóstol de los paganos, trataré de honrar este ministerio mío, a ver si provoco celos en los de mi raza y logro salvar a alguno de ellos.

Si su rechazo ha significado la reconciliación del mundo, ¿qué será su readmisión sino un volver de la muerte a la vida?

Pues los dones y la llamada de Dios son para siempre.

Ustedes, en otro tiempo, eran rebeldes a Dios: pero ahora, al rebelarse ellos, los judíos, ustedes han obtenido misericordia.

Así también ellos ahora son rebeldes, debido a la misericordia que Dios ha concedido a ustedes para que también ellos alcancen misericordia.

En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos en la rebeldía, para manifestarnos a todos su misericordia.

Palabra de Dios. 

Aleluya  Mt 4, 23

Jesús proclamaba el Evangelio del reino,

curando las dolencias del pueblo.

EVANGELIO

Mujer que grande es tu fe

  • Lectura del santo evangelio según san Mateo 15,  21 – 28

         En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.

Entonces una mujer cananea, procedentes de aquellos lugares, se puso a gritarle:

– Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.

Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle:

– Atiéndela, que viene detrás gritando.

Él les contestó:

– Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.

Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió:

– Señor, socórreme.

Él le contestó:

– No está bien echar a los perros el pan de los hijos.

Pero ella replicó:

– Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.

Jesús le respondió:

– Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.

En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor.

Oración de los fieles

Oremos a Dios Padre, que nos acoge a todos en su casa de oración.

. Por la Iglesia, sacramento de salvación para el mundo, en su difícil misión de llevar el Evangelio a todas las gentes, adaptándolo a las diversas mentalidades y culturas, roguemos al Señor.

– Por el pueblo judío en su difícil diálogo con la Iglesia, roguemos al Señor.

– Por los trabajadores emigrantes, que en diversos países sufre discriminación y vejaciones, roguemos al Señor.

– Por nosotros que hemos sido acogidos por Cristo para compartir el pan de los hijos, roguemos al Señor.

Como la mujer cananea, te decimos: Ten compasión de nosotros, Señor; atiende a nuestras súplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Comentario al evangelio del domingo 13.08.2017 o 19 TO

Queridos amigos

El evangelio de la travesía del mar de Galilea (Mt 14, 22-33) por los apóstoles, tan llena de peripecias, es como una parábola en acción sobre la iglesia. Conociendo a Mateo y leyendo entre líneas, el relato tiene que ver con las dificultades serias que estaba experimentando la primigenia iglesia cuando Mateo escribe su evangelio -(y que experimenta hoy). La barca en la que van los apóstoles es la iglesia. La travesía del mar, el viaje a buen puerto (el cielo). Las olas encrespadas y los vientos huracanados, son las persecuciones y herejías. Jesús caminando sobre las aguas, es su presencia con nosotros hasta el fin de la historia (Mt 28, 20). Los apóstoles con una fe entre sí y no, es el Pueblo de Dios en marcha, entre vacilaciones, que terminan en adoración al Señor.

Digamos algo de cada una de las dos últimas situaciones, que son como los dos ejes de la iglesia: la presencia activa de Jesús (a través de su Espíritu) y el sentido agónico (en su significado de lucha) de la fe de los apóstoles. Ante todo, la presencia activa de Jesús. Manda a los apóstoles embarcarse y cruzar el mar, mientras Él se queda orando solo en tierra. Uno diría que los abandonó a su suerte -así se sintieron ellos-, pero no fue así. En su oración personal con el Padre, está pensando en ellos, en sus apuros, tanto que deja la oración y va a su encuentro, a ayudarles. (Preguntémonos de pasada si nuestra oración es tan “encarnada” o realista como la de Jesús, y se concreta en resoluciones prácticas. Dejar a Dios (la oración) por Dios (la ayuda al prójimo), como decía S. Vicente de ^Paul.

Digamos algo sobre el sentido agónico (de lucha) de nuestra fe. Cuando los apóstoles empezaban a saborear el éxito de la multiplicación de los panes, ¡zas!, se les complica la vida: tienen que hacerse solos a la mar, una repentina tormenta empieza a encrespar las olas… Y de repente, un fantasma, alguien como un fantasma caminando sobre el mar hacia ellos. Ni se calmaron cuando Jesús les dijo: “no tengan miedo, soy Yo”.

Es fácil creer en Jesús cuando las cosas marchan bien y nos sentimos a gusto. Lo difícil es creer cuando la dificultad se hace mayor que nuestra confianza en Jesús y sobreviene la noche oscura del alma. Entonces sólo el grito de Pedro -“¡Señor, sálvame!”-, podrá salvarnos. Un grito-oración como el de Pedro o el grito-oración de la Iglesia, que Pedro representa. Será bueno recordar que después de la tormenta viene la calma. Que después de la duda sincera viene la adoración: “en verdad, Jesús, eres Hijo de Dios”

LECTURAS

DOMINGO XIX

 DEL TIEMPO ORDINARIO

 PRIMERA LECTURA

 

Ponte de pie en el monte ante el Señor

 

Lectura del primer libro de los Reyes  19,  9a.  11- 13a

 

En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo:

– Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!.

Vino un huracán tan violento que hacía temblar las montañas y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego: pero el Señor no estaba en el fuego.

Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se quedó de pie a la entrada de la cueva,

 

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial  Sal 84, 9ab-10. 11 -12. 13 -14  (R.: 8)

 

  1. Muéstranos, Señor, tu misericordia

        y danos tu salvación.

 

Voy a escuchar lo que dice el Señor:

Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.

La salvación está ya cerca de sus fieles,

y la gloria habitará en nuestra tierra. R.

 

        La misericordia y la fidelidad se encuentran,

la justicia y la paz se besan;

la fidelidad brota de la tierra,

y la justicia mira desde el cielo. R.

 

        El Señor nos dará la lluvia,

y nuestra tierra dará su fruto.

La justicia marchará ante él,

la salvación seguirá sus pasos. R.


SEGUNDA LECTURA

 

Quisiera ser excluido por el bien de mis hermanos

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9, 1-5

 

        Hermanos:

Les hablo con toda verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un excluido de la compañía de Cristo.

Ellos descienden e Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas.

Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.

 

Palabra de Dios.

 

Aleluya  Cf.  Sal  129, 5

 

Espero en el Señor,

espero en su palabra.

 

 

EVANGELIO

 

Mándame ir hacia ti andando sobre el agua

 

  • Lectura del santo evangelio según san Mateo 14,  22- 33

 

En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús ordenó a sus discípulos subieran a la barca y se le adelantaran a la otro orilla, mientras él despedía a la gente.

Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.

Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de la tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.

Jesús les dijo enseguida:

– ¡Ánimo, soy yo, no tengan miedo!

Pedro le contestó:

– Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.

Él le dijo:

– Ven.

 

Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró

miedo, empezó a hundirse y gritó:

– Señor, sálvame.

En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:

– ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?.

En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento.

Los de la barca se postraron ante él, diciendo:

– Verdaderamente eres Hijo de Dios.

 

Palabra del Señor

 

Oración de los fieles

 

Oremos al Señor, nuestro Dios.

 

– Por la Iglesia, que en los días del Concilio volvió a las fuentes, como Elías al Sinaí; para que prosiga con ánimo el camino emprendido, roguemos al Señor.

 

– Por el pueblo judío –por él nos vino el Mesías Cristo-; para que llegue a reconocer en Jesús de Nazaret al Hijo de Dios Salvador, roguemos al Señor.

 

– Por los que tienen miedo, los que vacilan en su fe; por nosotros mismos; para que recobremos la confianza en Jesús, Señor de la Iglesia, que camina sobre el oleaje, roguemos al Señor.